La saga Bellefleur, una familia adinerada venida a menos que habita una mansión de sesenta y cuatro habitaciones, está repleta de pequeños hechos fantásticos y de personajes extraños.
Los primeros capítulos cuestan de leer porque Oates no es precisamente de escritura fácil por su densidad, aunque sí llena de perfección. La narración es rica y merece ser leída. En ella se alternan hechos reales e irreales, mágicos y cotidianos y la imaginación de la escritora da mucho de si a lo largo de sus 960 páginas.
Los primeros capítulos cuestan de leer porque Oates no es precisamente de escritura fácil por su densidad, aunque sí llena de perfección. La narración es rica y merece ser leída. En ella se alternan hechos reales e irreales, mágicos y cotidianos y la imaginación de la escritora da mucho de si a lo largo de sus 960 páginas.
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